Tripulantes de Cabina
Funciones y Responsabilidades de una Tripulación de Cabina
Publicado
Hace 12 añoson
La seguridad de las personas y el servicio constituyen dos aspectos fundamentales de las responsabilidades de una tripulación de cabina. El primer aspecto es objeto de reglamentos y elementos normativos. Además de los reglamentos sobre dotación de personal, existen otros relativos al contenido de los programas de instrucción sobre seguridad operacional para la tripulación de cabina.
En los reglamentos o normas se ubican ciertas actividades que deben llevarse a cabo en cada vuelo, tales como disposiciones orales en determinados momentos del vuelo.
La función principal de la tripulación de cabina, según lo dispuesto en los reglamentos, consiste en proteger a los pasajeros proporcionando liderazgo en emergencias que se susciten y mediante una tarea competente ante cualquier situación de peligro. La conducta apropiada en tales situaciones debe tener carácter autoritario y directivo, pero se adopta en raras ocasiones.
En la mayoría de los casos, no existe ninguna turbulencia grave, no sucede ninguna descompresión importante ni se declara una crisis médica. Los incendios a bordo de las aeronaves son poco comunes y los amarajes forzosos y los aterrizajes de emergencia son sucesos muy raros. Así, raras veces le toca a la tripulación de cabina ejercer las competencias dictadas por los reglamentos en relación con su presencia a bordo.
Se exige mucha reflexión y planificación para alcanzar equilibrio entre el servicio en la cabina y las tareas relacionadas con la seguridad operacional, especialmente durante las fases críticas del vuelo. Si se reconocen las necesidades de los pasajeros, se reduce su ansiedad y aumenta su cooperación. Un examen de las quejas de los pasajeros reveló que las actitudes extremas de la tripulación de cabina y la confusión entre sus funciones como proveedor de servicio y supervisor de la seguridad explican el elevado número de quejas. Los incidentes ocurridos durante el tiempo de servicio en vuelos de largas distancias revelan dos tendencias: los incidentes relacionados con algunos pasajeros individualmente suceden principalmente fuera de los períodos de servicio, mientras que los incidentes con grupos ocurren en etapas anteriores del vuelo.
La tripulación de cabina debe, primero, aumentar su vigilancia, particularmente durante las fases del vuelo, para observar los indicios de una posible conducta inapropiada por parte de los pasajeros y, segundo, intervenir de manera preventiva para que no se sucite ninguna emergencia. Cuando la tripulación de cabina está ocupada realizando numerosas tareas, con la presión producida por plazos limitados, se presta menos atención a los síntomas de estrés y angustia de los pasajeros.
Fuente:
Circular 300 OACI
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