Supersonicos
El futuro de los Vuelos Comerciales Supersónicos
Publicado
Hace 6 añoson
Los grandes ejecutivos de las compañías aeronáuticas más reconocidas del mundo apuestan a la fabricación y desarrollo de una nueva generación de aviones supersónicos. Un representante de la Administración de Aviación Federal, quien actualmente se encuentra trabajando en la creación de leyes y regulaciones para permitir que esta nueva generación de aviones vuele a lo largo del mundo expuso ante un panel de jurados sus propuestas tituladas “El Recorrido de los Vuelos Supersónicos Comerciales”el 29 de Junio durante el Foro de Aviación AIAA 2018 en Atlanta.
La Aerolínea Británica “Concorde”, la cual detuvo la ejecución de vuelos supersónicos en 2003, sólo realizó vuelos sobre océanos, pues los aviones supersónicos comerciales tenían prohibido volar sobre tierras Europeas y del Reino Unido, para prevenir que al romper la barrera del sonido la onda sonora producida no perturbara la comodidad de las comunidades y sus habitantes.
Mike Hildenberger, Vicepresidente Senior del departamento de desarrollo de Aviaciones de la Compañía Aerion Corp., dijo que su corporación planea comenzar a ofrecer vuelos utilizando algunos jets de negocios que la Aerolínea Británica “Concorde” les brindaron.
“Estaríamos encantados de volar dos veces e incluso 2.5 a la velocidad del sonido”, afirma Hildenberger de Aerion Corp. Sin embargo, aclaró que sus aviones sólo volarán a 1.4 veces la velocidad del sonido, permitiendo así un balance entre el combustible requerido para un mejor rango de vuelo, y el ruido emitido para no causar disturbios a los habitantes de las comunidades en tierra. Aerion apuesta a volar a bordo del AS2 en 2023 y empezar a transportar viajeros comerciales en 2026. La compañía está trabajando con la corporación multinacional de industria aeroespacial Lockheed Martin para diseñar y desarrollar un avión capaz de cumplir con estas metas.
La Nasa también ha sido contratada por el programa de desarrollo avanzado de Lockheed Martin “Skunk Work” para colaborar con el diseño, construcción y realización de las primeras pruebas de vuelo de la agencia, recientemente llamada X-59 Low-Boom Supersonic, (en español X-59 Onda de sonido de baja intensidad), dirigiendo sus esfuerzos a reducir la cantidad de sonido emitida durante los vuelos supersónicos. Davis Richardson, director del área de diseño de vehículos de vuelo y tecnología del programa “Skunk Work”, dice que la Nasa y la Administración Federal de Aviación tienen “una oportunidad valiosa para permitir que los vuelos supersónicos comerciales sean capaces de desplazarse sobre espacios poblados”.
“Si no lo hacemos bien justo ahora, no creo que vayamos a poder ofrecer este servicio de nuevo en los próximos 30 años, pues de seguro alguien dirá “mira lo que ha pasado de nuevo”” Afirma Richardson.
Hay regulaciones para los ruidos producidos por el despegue y aterrizaje de los aviones tradicionales que se desplazan a velocidades subsónicas, y existen algunos especialmente escritas para la aerolínea Concorde; pero no existe ninguna normativa para el ruido emitido por el despegue y aterrizaje de los nuevos aviones supersónicos comerciales, sólo existen algunas normativas para las pruebas con estos transportes. El proceso de creación de estas nuevas regulaciones será de máxima importancia para el diseño, desarrollo, avance y construcción de estas máquinas de vuelo, afirma Kevin Welsh, Director Ejecutivo de la Oficina de Medio Ambiente y Energía de la Administración Federal de Aviación.
Blake Scholl, fundador y Director Ejecutivo de la empresa de Colorado “Boom Supersonic”, afirma que su compañía está entre las futuristas que apuntan a realizar vuelos comerciales sobre océanos hasta que existan leyes y regulaciones para realizar vuelos supersónicos sobre la tierra y áreas pobladas. Para evitar inconvenientes con la certificación de los vuelos de la Compañía “Boom Supersonic”, Scholl tiene una regla “No implementaremos ninguna nueva tecnología en nuestras aviones si no han sido certificadas”.
Sin duda los vuelos supersónicos cada vez están más cerca de ocupar los cielos, y las grandes corporaciones ya están dando los primeros pasos para lograr superar el gran inconveniente que se presenta actualmente, el ruido ensordecedor que perturba a todos aquellos que se encuentran en tierra. Las leyes y regulaciones ya se están redactando, la década de 2020 luce grandiosa para la industria aeronáutica. Ir de Madrid a Tokio, de Londres a Beijing, de Nueva York hasta Berlín muy pronto será cuestión de tan sólo un par de horas.
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