Aviación Argentina
El Primer Helicóptero Autóctono de Venezuela – El ‘Simón Bolivar’ de Vicente Zambrano
Publicado
Hace 11 añoson
[Autóctono (del griego αὐτόχθων “indígenas“, de αὐτο-“yo mismo“-χθων “la tierra, el suelo“) significa ente (biológico o no) que es propio de un lugar.]
Entre 1940 y 1965, José Vicente Zambrano, un mecánico y tecnólogo popular autodidacta (sin estudios formales de mecánica o tecnología), campesino de la montaña de Boconó, Edo. Trujillo, Venezuela, construyó y realizó pruebas de un avión de su diseño y manufactura, el ‘Boconó I‘, el cual según el registro escrito por su compadre Emiro A. Cáceres el 8 de Diciciembre de 1965, voló exitosamente en 1965. Satisfecho con haber logrado el sueño de su vida, que era “hacer una máquina que volara”, cambia de objetivo y decide fabricar otro tipo de aeronave, la cual Zambrano consideraba más segura: un helicóptero. Se mantuvo trabajando en este hasta mediados de la década de los 90’s sin alcanzar el éxito , momento para el cual ya se habían ensamblado muy pequeño número de helicópteros en Venezuela, pero partiendo de kits comerciales de aviación experimental. Esto hace de la aeronave de ala rotativa de Zambrano, el ‘Simón Bolívar‘, el 1er helicóptero autóctono de Venezuela.
Don Vicente Zambrano era un tecnólogo nato. Para construir sus desarrollos utilizaba herramientas construidas por él mismo en su taller. Se decía que “lo que no hace Don Vicente no lo hace más nadie”. En la pared de entrada de su taller estaba pintado un aviso que decía “Aquí no se arreglan carros particulares”. Y cuando aceptaba hacer una reparación de algo, exigía al dueño que se quedase allí a observar y aprender, pues no le iba a explicar de nuevo como arreglarlo. Otra de sus frases eran “No pregunte porque no hay respuesta”. Conocí sus logros hace 2 años gracias a unas pocos fotografías publicadas en un grupo de discusión sobre historia de la aviación venezolana, y mientras indagábamos más, surgió la información de un documental del año 2013 sobre sus desarrollos, de la serie “Independencia Tecnológica”, la cual permitió ampliar significativamente la información al respecto de ambos proyectos, en el caso del helicóptero gracias a los relatos del Físico Raúl Estévez, quien con frecuencia visitó el taller de Zambrano en los años 70s.
La motivación de Vicente Zambrano para detener el desarrollo de su avión ya probado, y decantarse por hacer un helicóptero surgió de su gusto por el llano, a donde quería ir a pescar, en una aeronave que consideraba más segura y probablemente más practica. Su viuda, Doña Rosa Amparo Valladares relata de modo muy particular que en sueños, una persona cuyo nombre no recordaba en el momento, le indicaba a Don Vicente que paso siguiente dar en la fabricación del helicóptero.
Para propulsar el helicóptero, usó un motor VW igual al usado en su avión ‘Boconó I‘. Cuando se le preguntaba a Vicente Zambrano si realmente iba a probar su helicóptero por si mismo, contestaba “¡No me voy a atrever a manejarlo si yo lo hice!”. En los vuelos de prueba, que se hacían con el helicóptero esclavo a la tierra con unas cadenas, se levantaba el aparato hasta 3 metros sobre el piso, pero con marcados problemas de estabilidad.
Estructura original del helicóptero, con el motor VW en su lugar. Foto Raúl Estévez,
Motor VW. Se aprecia el sistema de bujías por magneto. Foto Raúl Estévez,
Ventilador de refrigeración del Motor VW, el cual es enfriado por aire. Foto Raúl Estévez,
Al igual que con su avión, fabricó las hélices en madera. No quiso incorporar hélices de otro helicóptero, las cuales le fueron ofrecidas por un oficial de la fuerza aérea que lo visitó, argumentando Don Vicente que después iban a decir que su helicóptero había volado por las palas de fabrica que le dieron. Todo lo hacía por ensayo y error. Al final, se cansó, en especial por la ineficiencia misma de las hélices. En cuanto al reconocimiento a su trabajo, esperaba se los dieran en vida, afirmando que “después cuando me muera me van a dar los reconocimientos ya pa’ qué“.
Rotor principal original, de paso fijo, basculante, mas acorde para un autogiro que para un helicóptero. Foto Raúl Estévez,
Rotor principal final, de paso variable, para colectivo (ascenso-descenso). No se evidencia paso cíclico (desplazamientos horizontales adelante-atrás e izquierda-derecha).
Engranaje de transmisión a 90º para el eje de transmisión del rotor de cola (sistema anti-torque).
Engranaje de toma de potencia al motor.
Rotor de cola. Se aprecia mecanismo de control de paso para guiñada.
Rotor de cola, girado para más detalle.
Para el año 1994, estaban involucrados en el proyecto un grupo de estudiantes de La Universidad del Zulia, hecho que fue reseñado en el mes de Abril de ese año en el diario marabino Panorama. Se mencionaba un proyecto para trasladar la aeronave, y realizar vuelos en el antiguo aeropuerto de Grano de Oro (Instalaciones de LUZ), y el inicio de los estudios para apoyar el desarrollo de esta industria, pero desafortunadamente esto finalmente no se concretó.
Vicente Zambrano, con estudiantes de la Universidad del Zulia, en Abril de 1994.
El ‘Simón Bolivar’ fuera del taller, posiblemente en preparación para pruebas.
Ya avanzado de edad, Don José Vicente Zambrano abandona la continuidad de sus proyectos aeronáuticos, y usa sus habilidades para fabricar un Arpa Llanera y dedicarse a ejecutarla en su casa y en fiestas, a modo de retiro. Mas según su viuda, no había día que no prendiese el aparato. Lo encendió por última vez unos tres días antes de su fallecimiento.
Ya longevo, José Vicente Zambrano, junto a su helicóptero, ‘Made in the Hato’.
En palabras de Darío Silva, “Valga esta (reseña) para el reconocimiento de un hombre que no se contentó con solo Soñar, y plasmar en realidades su ciencia.”
Estado actual del ‘Simón Bolívar’, en el taller donde fue fabricado.
‘Independencia Tecnológica – Primer Avión y Helicóptero Venezolano’ [Min 19:02 en adelante]
Ejemplo de un kit extranjero construido en Venezuela: Ex YV-17X ROTORWAY EXEC 90 sn 5177 1992
Ejemplo de un kit extranjero construido en Venezuela: YV105X ROTORWAY EXEC 162F sn 6331
Al repasar la historia de Vicente Zambrano y su helicóptero, me resulta inevitable hacer una analogía con su contra-parte en Argentina, Augusto ‘Pirincho’ Cicaré, inventor argentino autodidacta fundador de la empresa Cicaré Helicópteros S.A., quien aficionado a los aparatos voladores que veía en libros y revistas, de niño ve por primera vez no un avión sino un helicóptero, obsesionándose con la aeronave. A los 12 años sale de la escuela primaria y abandona la continuidad de sus estudios para trabajar en el taller de mecanizado de su tío, lo que potencia su capacidad de invención, al punto que a sus 21 años años y luego de múltiples inventos, concreta su ambición de niño y fabrica y vuela su helicóptero, el CH-1, primero en su tipo desarrollado y construido en Sudamérica. A pesar de los obstáculos perseveró en su empresa, al punto que en 1989 la empresa italiana EliSport (hoy día Heli-Sport), adquirió los derechos de su helicóptero monoplaza Cicaré CH-6, el cual como todos sus diseños contaba con un sistema de control de paso cíclico y colectivo (los controles principales de un helicóptero) inventado por Cicaré, y único en el mundo, del cual posee la patente. Con la ayuda de un diseñador de automóviles deportivos, los dueños de EliSport diseñan una nueva cabina cerrada muy estilizada, y comercializan el helicóptero en forma de kit bajo el nombre de CH-7 Angel, con gran éxito comercial. En la actualidad, el modelo ha sido rediseñado para tener dos plazas en tandem (un puesto detrás del otro), y se comercializa bajo el nombre Kompress Ch-7 Charlie. Por su parte, la linea propia de Cicaré Helicópteros se extiende a 13 modelos, 3 de ellos actualmente en producción, más 2 modelos en desarrollo, y un muy interesante entrenador/simulador basado en un helicóptero totalmente funcional, sujeto a un pedestal móvil, de los cuales sé hay al menos un ejemplar en Venezuela. Quizás si Vicente Zambrano se hubiese propuesto primero el helicóptero…
Pirincho Cicare. Helicópteros Argentinos
Retrato de lo que no debe volver a suceder II
Fragmento de 5min de Heroes de Hoy / Cap 02 Augusto Cicare
Presentación Kompress Ch-7 Charlie 2 por Matthieu De Quillacq (2011)
Alejandro Irausquín
Ing. Aeronáutico, IUPFAN 1991
Miembro de LAAHS
www.facebook.com/alejandro.irausquin
alejandro.irausquin@gmail.com
www.twitter.com/airausquin
Mi agradecimiento a los Srs. Darío Silva y Fabián Capecchi por las fotos e información suministradas, y a los Srs. Daniel Osorio y Raúl Estévez por la dirección y guion, y fotografía del documental sobre Vicente Zambrano, y su autorización para usar fotogramas del mismo en este artículo.
Enlaces:
https://www.youtube.com/watch?v=rr7MocDSCW0 Independencia Tecnológica – Primer Avión y Helicóptero Venezolano
http://www.mcti.gob.ve/Noticias/16163 ‘Reconocimiento Posmortem entrega MCTI a Don Vicente Zambrano’
http://www.kompress.fr/images/stories/pdf/en/ Manuales de Construcción, Piloto y Mantenimiento Kompress CH-7 Charlie
Fuentes:
– Grupo Facebook ‘Aviación Venezolana en Retrospectiva’
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El Helicóptero
Romer Nava
1 de febrero de 2014 at 1:09 am
A veces realmente creo que los estudios formales, tal como se desarrollan actualmente en nuestras instituciones educativas, más que ayudar pueden perjudicar, no en sí por la ciencia que se adquiere en ellos, sino por los métodos con que generalmente la acompañan, los cuales nos encajonan en paradigmas, en un modo de pensar, sentir y actuar. Inicialmente me pregunté cuan más alto habría llegado Don Vicente si hubiese contado con conocimientos de aerodinámica, pero pensándolo mejor tal vez no, tal vez eso le habría impedido hasta despegar.
Alejandro irausquin
1 de febrero de 2014 at 4:19 am
Estimado amigo Romer, así lo veo tambien, por eso pregono el ‘Pensar fuera de la caja’. Como dice nuestro amigo Albion Bowers: “Las asunciones se convierten entonces en las murallas invisibles que usamos para construir las cajas con las que pensamos dentro de nuestra mente. Las soluciones no pueden cambiar, hasta que repensamos las asunciones. Estas son artificiales, y son auto – impuestas.”
Muchas de esas asunciones nos son transmitidas, y hasta forjadas, en la universidad. En el otro articulo sobre Zambrano, Luis Estevez afirma: “muy pocos ingenieros de estos se propondrían hacer un avión, y sin embargo se pudo. Un campesino lo demostró”, y: “con los recursos que tiene un ingeniero en una universidad tendría que poder hacer una cosa tan importante como esa”.