Accidentes
Arqueología Aeronáutica Digital en Venezuela I – Un Kingfisher en Paraguaná
Publicado
Hace 9 añoson
“Antes de que el radar se hiciese cargo, los OS2U Kingfishers eran los ojos de la flota”.
En el transcurso de estos años, en que he dedicado una parte importante de mi tiempo en recopilar la historia de los personajes y aeronaves de la aviación civil venezolana y mundial, todo lo que había conseguido sobre los mismos había sido ubicado usando estrictamente recursos digitales, en esencia archivos, páginas y documentos descargados de internet como fuentes. Allí surgían los personajes, los eventos, las aeronaves, que me dedicaba a investigar. La falta de acceso a recursos clásicos como libros, revistas, hemerotecas y filmaciones históricas hacía que los casos estudiados fueran muy limitados. Mi primer intento hace unos 15 años fue compilar una lista de los aviones legendarios de la Aviación Militar de Venezuela, con la idea de recrearlos sobre los modelos ya existentes para MS Flight Simulator. De ese modo conocí la que para mí era la primera página web de información histórica de aviación Venezolana: FAV-Club.
Otro ejemplo temprano de ello fue Arturo Iribarren Arrivillaga, un Barquisimetano que habría aprendido a volar en 1918 en EUA (cosa que aún no se ha confirmado) y que construyó (¿y voló?) un avión en su tierra natal en 1920, cuya historia vengo persiguiendo desde el año 2001, cuando conseguí una transcripción de una revista de 1968 en la página web de Defensa Civil Táchira. Irónicamente, ha sido este uno de los personajes más escurridizos, pues la mejor fuente de información sobre él ha sido siempre ese artículo inicial. Otras referencias, sólo mencionan su nombre. Y solo era posible intercambiar información vía correo electrónico.
Con el surgimiento hace ya más de una década de los fórums de Internet, de las redes sociales y de los grupos de interés dentro de estas, la metodología se transformó. Ahora, al hacer una publicación inicial, cual mapa mental iban surgiendo las correlaciones, más fuentes, más datos, y sobre todo muchas correcciones de errores en la información inicial, que lograban los distintos investigadores en el curso de sus propias búsquedas de la historia verdadera. En Facebook, en mi caso dos grupos esenciales han sido ‘Aviación Venezolana en Retrospectiva’ y ‘Raravia – Aviones raros e historia aeronáutica’, ambos fundados por mi hoy amigo Fabián Capecchi, quien, no por extraña coincidencia, fue también co-fundador de FAV-Club. Mis propias historias vividas personalmente en la aviación experimental venezolana, fueron recopiladas en la sección ‘Aviación X’ del grupo Aerocronika; grupos todos estos que me precio hoy día de co-administrar. Participar en estos grupos me ha llevado a conocer una infinidad de entusiastas colaboradores a quienes hoy llamo amigos, aún sin siquiera haber, en la gran mayoría de los casos, habernos estrechado por primera vez la mano.
Con el devenir del tiempo empezaron a incorporarse los elementos clásicos, libros, periódicos, recortes de revistas, filmaciones convertidas a video, casi todo con su formato alterno digital, que nos permiten ensamblar el rompecabezas de nuestra historia aeronáutica, facilitando la ubicación de piezas, pero sobre todo, conseguir las piezas perdidas o mal colocadas en el rompecabezas incorrecto.
Hoy día alojo el resultado de mis trabajos acá en AviacionCivil.com.ve, de manera de alcanzar a aquellos que no usan redes como Facebook. Dada mi afición por la aviación pionera, es que considero esto como ‘Arqueología Aeronáutica’.
En la línea de aviones accidentados y abandonados, se han publicado ya dos artículos:
“Dornier O Wal ‘Pacífico’ – Una ballena varada en Paraguaná” y “El Fokker F.8 YV-AFO – El retorno del Palomo”. El siguiente es el primero de otros dos de estos casos aún sin presentar, surgido del trabajo en equipo de un grupo muy cercano de amigos, familiares y colaboradores, y cuya conclusión se dio hace justo un año.
Un ‘Martin Pescador’ (Kingfisher) en Paraguaná:
(o, “Por una cuchara”)
Sucedió un día de Enero de 2012, que en Raravia surge una conversación sobre la película británica de 1971 ‘La guerra de Murphy’, con Peter O’Toole. La película ambientada en la Segunda Guerra Mundial (SGM), fue filmada en el Orinoco y relataba el combate de un hombre contra un submarino U-Boat del Tercer Reich que ya había hundido diversos barcos mercantes y petroleros en las costas del Caribe. La película es muy recordada por los aficionados a la aviación de la SGM pues en ella sale un desgastado hidroavión Grumman J2F-6 Duck. Además, en la misma aparece el submarino de la Armada de Venezuela ”Carite” (S-11), modelo “Clase ‘Balao”, anteriormente el ”USS Tellfish” ex-submarino estadounidense, ‘disfrazado’ como el U-boat Nazi.
“Murphy’s war flight scene” (11:10min)
La conversación alrededor de la película derivó en la historia de los combates reales que ocurrieron en el Caribe y en particular en las costas venezolanas, los cuales se iniciaron en Febrero de 1942, en especial en el Golfo de Paria, donde transitaban los buques petroleros desde Monagas hacia Trinidad; y de allí, regresando al tema de aviación, derivó en los distintos aviones de patrullaje norteamericanos caídos en Venezuela mientras vigilaban y protegían nuestras costas desde sus bases en Panamá, Puerto Rico, Aruba y Curazao durante esos eventos de la SGM. Por ejemplo se mencionaron un Grumman TBF Avenger sobre las copas de unos árboles en las selvas montañosas de Macuro, Edo. Sucre, y un Douglas B-18B Bolo serial 37-623 que tuvo un accidente el 6 de Mayo de 1942 al aterrizar en la zona de Las Piedras, en la Península de Paraguaná, Edo. Falcón.
Pero lo que me llamó más la atención, como Paraguanero, fue un reporte destacado por mi primo Humberto Arias Naranjo sobre un avión Vought-Sikorsky OS2U Kingfisher que se había estrellado en el Cerro Santa Ana de la Península de Paraguaná, un monumento natural que todo Paraguanero se precia de ascender varias veces en su vida. La península está localizada al flanco este del Golfo de Venezuela, con una superficie de 3.405 km², casi plana y de apariencia cuadrada. Casi toda la península está por debajo de los 150 metros de altitud, con un cerro en el medio que se eleva hasta 830 metros sobre el nivel del mar.
Según nuestra fuente inicial, este avión se habría estrellado inmediatamente después de la operación Neuland (Alemán para ‘Tierra Nueva’). Algo había leído Humberto en un libro de historia local sobre los submarinos alemanes que atacaron los barcos petroleros en Paraguaná y Aruba (sin duda alguna “Aquella Paraguaná” de Ali Brett Martinez), pero nunca habíamos escuchado ni él ni yo acerca de un avión Kingfisher en Paraguaná. Y para mayor frustración, en la red no exista ninguna información sobre el accidente, con la única excepción de una escueta entrada en una página web titulada ‘Accidentes Aéreos en Venezuela desde 1943-1945’ sobre un accidente de un avión de la “US Army” (sic) en el Cerro Santa Ana el 03 de Mayo de 1943, sin indicar modelo de aeronave. Tratándose de una tripulación de 2, lo lógico era que se tratase del mencionado Kingfisher, aunque una nota de prensa de 1983 nombraba un Boeing B-17 Flying Fortress en relación con el accidente del cerro, lo que resultaría extraño pues muy pocos fueron asignados al Caribe. Para Humberto, el accidente tenía que haber ocurrido del lado oriental del cerro, pues nuestros familiares y amigos de las poblaciones de Yabuquiva, El Mamonal y Moruy, hacia el lado occidental, nunca nos mencionaron ese accidente aéreo. Si ya para la fecha existía la pista de Las Piedras, al Oeste de la Península, era probable que también estuviese ya activa la pista de Adícora, al lado Este, en consonancia con la suposición sobre la posible zona del accidente.
“Operación Neuland” (6:17 min)
Lo frustrante terminaba siendo que ninguna fuente norte-americana, que listan todos los accidentes de las aeronaves militares de la SGM, mencionaban como sitio del accidente a Santa Ana, Paraguaná, Venezuela. Sin acceso a esos registros, no podíamos indagar más allá.
El asunto quedó en letargo hasta Junio de 2012, pues al compartir el enlace a un artículo sobre arqueología aeronáutica, Oscar García Guadarrama, otro Paraguanero amigo común de la adolescencia de Humberto y de mí, que no había participado en las conversación anterior, menciona que “en el cerro de Santa Ana cayó un avión hace un montón de años y lo volvieron cubiertos de cocina”. En el momento no reparé que ese último detalle, que nunca se mencionó en aquella primera conversación de Enero de 2012. Se pregunta si quedaría algo del avión. Y peor aún, ni Humberto ni yo leímos su siguiente aporte a la historia, uno que revelaba detalles sorpresivos sobre el asunto, y el cual copio casi textualmente: “Hablé con mi madre, el avión cayó en el año 44, el mismo fue canibalizado, el aluminio fue convertido en ollas y cubiertos, y mi abuelo llegó incluso a venderlos en su bodega y me llamó la atención que me dijo que había más de un asiento. El mismo cayó en la parte alta del cerro, el piloto quedó herido y fue ayudado por los lugareños (Santa Ana), luego enviado a Caracas. Allá arriba debe quedar muy poco o nada”.
En Enero de 2014 finalmente se arrojaba una luz sobre el caso. Fabian Capecchi, quien se encontraba haciendo la revisión de una cronología elaborada por un grupo de rescate, sobre los accidentes aéreos en Venezuela, ubica los nombres de James ‘Stubbleine’ (sic) y Russel Rupell como el de los involucrados en el accidente del Vought OS2U Kingfisher en el cerro Santa Ana, destacando que este, en patrulla antisubmarina y operando desde Aruba se desorienta y quedándose sin combustible a 60nm de Curazao, termina realizando un aterrizaje forzoso en el cerro. De nuevo Oscar García aporta: “Algunas de las cosas fue que el avión fue despedazado por la gente del lugar y convirtieron el aluminio en utensilios de cocina como cucharas y los asientos fueron usados como sillas comunes, del resto del avión y ubicación exacta creo que nadie recuerda nada”, “En la casa de mi madre en santa Ana había una de las cucharas hechas con el avión” y “Lo que me llama la atención es que mi madre siempre habla de un sólo herido, que fue llevado en hamaca hacia la zona petrolera de la península y enviado en avión a Caracas, pero nunca habla de que eran dos”. Más aún, partiendo de los nombres de la tripulación, no ubicábamos nada específico del accidente. El asunto afloró de nuevo en Marzo de 2014 tras una foto de una versión del avión, sin nada nuevo que ofrecer, considerándose aún un misterio los detalles formales del accidente.
No es sino hasta finales de Mayo de 2015 que vuelve a surgir el tema, producto de dos fotos tomadas por Humberto Arias de un ejemplar original con flotadores, parte de la colección del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio en Santiago de Chile. Dado nuestro origen, filiación y amistad, de esa conversación participamos principalmente Humberto, Oscar y mi persona, planificando un ascenso al cerro para ubicar lo que fuese posible de los restos del avión (un viaje que sigue en ‘pendiente’). La motivación es que si habían sobrevivido los tripulantes, el impacto no tuvo que ser muy fuerte, pudiendo quedar partes enteras del avión.
El interés particular de Oscar García, dado que el evento era en su caso parte del anecdótico familiar, lo lleva a indagar más, pidiéndome ayuda para ubicar de nuevo los nombres suministrados por Capecchi, pues había ubicado una página web denominada “World War II Database”, creada por C. Peter Chen, con plena información sobre las operaciones de los Kingfisher en el Caribe, desde la isla de Curazao. Así que simultáneamente, él me envía un correo con el enlace a la página, mientras que yo le enviaba una copia de la publicación de Capecchi. El link suministrado por Oscar mostraba una foto de unos mecánicos trabajando en una versión terrestre del OS2U Kingfisher (siempre habíamos asumido una versión marina, con flotadores, como el avión chileno). Al querer hacer clic en el enlace “Main article” mi sorpresa es mayor al ver el nombre de quien añadió la foto, y más aún cuando tomo mi teléfono para llamar a Oscar, quien no me dejó ni hablar: “¡¿Estás viendo lo mismo que yo?!”. El nombre era “David Stubblebine”, igual apellido al provisto por Fabián.
A partir de allí indago todo lo posible sobre James M. Stubblebine, Teniente y Aviador Naval, y posteriormente Psiquiatra nacido en Minneapolis, Minnesota en 1920, criado en Portland, Oregón, y fallecido en 2004 a la edad de 83 años; y sobre quien resultó ser su 4to hijo, David Stubblebine, un oficial de policía y de bomberos, quien estudiando la carrera naval de su padre como piloto embarcado en el Pacífico durante 1944 y 1945, expandió su estudio para abarcar un contexto más amplio sobre el conflicto del pacífico y sobre el conflicto global.
Pero aún a pesar de la extraordinaria coincidencia, nada conseguíamos en esta nueva fuente sobre el accidente de Paraguaná. Si el accidentado había sido el mismo Stubblebine y el sitio web sobre la SGM era ampliamente contribuido por su hijo ¿Por qué obviar justo ese accidente? ¿Había algo que no se debía saber? ¿Se protegía el honor del padre? ¿Había algo de secreto en la operación? ¿Era porque Venezuela fue país neutral y el presidente Medina Angarita no permitió albergar tropas en nuestro país, evitando provocar ataques directos de los alemanes e italianos a nuestro territorio?
Por otro lado, un listado general de accidentes del Kingfisher modelo OS2U-3 indicaba que el accidente de ‘Stubbleine’ había ocurrido en Curazao el 13 de Noviembre de 1943, cosa que coincidía con las fotos y datos en la página de su hijo; y ni el listado general de accidentes del Kingfisher modelo OS2N-1 y ni el listado general de aviones perdidos en Mayo de 1943 mostraban accidentes en Venezuela, como ya sabíamos. Teníamos un “falso positivo”.
No quedaba otra solución que contactar al mismo David Stubblebine para obtener una respuesta. Eran ya los primeros días de Junio de 2015 cuando envío mi mensaje. ¡Y su respuesta no tardó ni un día en llegar!
Stubblebine hijo nos responde con que la información que le suministrábamos era de dos accidentes diferentes, quizás incluso tres, y no de uno solo. Y nos explica que su padre voló con el Escuadrón de Reconocimiento (Scouting Squadron) 44 basado en el aeródromo Hato de Curazao pero con un destacamento de vuelo en el aeródromo de San Nicolás en Aruba. El escuadrón estaba designado como VS-44 pero se había formado originalmente como VS-3D10 (el mismo escuadrón, diferente designación). Volaban principalmente aviones OS2N-1 Kingfisher y también unos pocos OS2U-3 Kingfisher. Inicialmente volaban versiones con flotadores mientras estuvieron basados en San Juan, Puerto Rico pero todos fueron convertidos a variantes con tren de aterrizaje convencional cuando el escuadrón fue mudado a Curazao en Diciembre de 1942. Y nos confirma que efectivamente el accidente de su padre ocurrió en Curazao en Noviembre de 1943, no estando para nada relacionado con el accidente de Santa Ana.
Seis meses antes del accidente de su padre, nos cuenta finalmente, un compañero de este “aterrizó” en el cerro Santa Ana el 3 de Mayo de 1943. El piloto era el Alférez Lloyd C. Morse y su operador de radio era Wayne E. Kent. Según su conocimiento, ambos resultaron sin heridas pero el avión, un OS2N-1 Kingfisher BuNo 01458, quedó destrozado (BuNo: Bureau of Aeronautics Number). Finalmente teníamos parte de lo que tanto habíamos buscado.
Y pasa aclararnos la razón del misterio: La página web Aviation Archeology listaba este accidente como ocurrido en la montaña de ‘Santa Rosa’ ¡En Paraguay!, lo cual era un absurdo pues el sitio está a 4.400 km de Aruba, desde donde Morse inició su vuelo.
Al final de la vida de su padre James Stubblebine, consiguieron una pila de fotos de sus días en Curazao. Resultó ser que uno de los encargados de ir a recuperar el material sensible en Santa Ana fue el mismísimo Teniente Stubblebine, que rara vez se desprendía de su cámara. Y como parte de su labor de recuperación, nos dejó un registro histórico del accidente: 4 maravillosas fotografías que muestran el avión, personal de la marina norteamericana, un personaje del ejército Venezolano, un personaje cuya apariencia sugiere ser una autoridad civil, y algunos acompañantes. Queda de parte nuestra este registro para la memoria histórica de la Península.
Sobre el accidente, David Stubblebine nos explica que nada recordaba de la explicación de su padre sobre el accidente. Un par de años luego de su muerte, consultó sobre el tema a quien durante la guerra fue su compañero de habitación, ahora también fallecido, que le explicó el punto de vista de los pilotos de aquellos días: El Alférez Lloyd C Morse chocó contra el único cerro con su Kingfisher a plena luz del día. Morse siempre mantuvo que fue un “aterrizaje” en la montaña pues pudieron salir caminando de allí, pero los otros pilotos viendo la evidencia de cómo quedó el avión no tenían problemas en decir que se “estrelló”.
Stubblebine explica demás que estos pilotos volaban largas horas sobre el caluroso Caribe; y que con las características de manejo estable del Kingfisher y el zumbido constante de su motor, el quedarse dormido había sido una preocupación constante en muchas ocasiones. Y él considera que esa fue la causa del “aterrizaje” del Alférez Morse. Parafraseando a Oscar García, quien es aeromodelista a radio control: “Se llevó el único poste del pueblo”.
Para Oscar quedaban dos cosas por aclarar: Su madre, que para la fecha había cumplido los 10 años, recordaba bien que hubo un herido que fue bajado del cerro con la ayuda de los pobladores del área, y de allí transportado a los campos petroleros en lo que sería luego Punto Fijo. Y si partes del avión fueron sacadas por el grupo de salvamento, y el resto convertido en utensilios de cocina, era poco lo que debe quedar en el área. Restaba también aclarar donde cayó.
De eso se encargó Humberto Arias, quien ya con los datos clarificados, procuró el reporte de accidente. El mismo indicaba que efectivamente había habido heridas, incluyendo una nariz fracturada, cortadas menores en la cara y un diente desprendido. El análisis indicaba que el piloto estaba haciendo un barrido de submarinos y cerca de las 6y40pm estaba en el lado oeste de la Península de ‘Paraguane’ para completar el barrido en el lado este. Volaba a 1000 pies (aprox. 300 m) de altura o un poco más arriba, con una presión de múltiple de escape de 27. 5 (pulg Hg) y 1900 rpm. El cielo estaba claro y el avión estaba funcionando apropiadamente. El piloto alegó que estaba lo suficientemente arriba sobre el terreno ya irregular, al menos a 200 pies (60 m), así que no le preocupó hasta alcanzar el piedemonte del cerro Santa Ana, y que el avión comenzó a hundirse rápidamente como si se tratase de un viento descendente. Inmediatamente aplicó el acelerador y giró hacia el norte lejos de las partes más altas. El avión siguió descendiendo y hasta posarse en los matorrales de una cresta baja (cerca de 1000 pies sobre el nivel del mar, mientras el avión iba en actitud de ascenso y con una velocidad baja pero suficiente bajo condiciones normales. La junta que investigó el accidente concluyó que el accidente fue debido a la inexperiencia del piloto volando en terreno montañoso y su error al juzgar su altitud, distribuyendo las causas entre 75% juicio y 25% técnica, para un 100% de error del piloto. Los daños al avión y al motor están clasificados como “A” que significa pérdida total.
La expedición Arias-Garcia-Irausquin aún sigue pendiente por realizarse, pues todos vivimos en ciudades distintas, ninguno de nosotros en Punto Fijo. Humberto incluso vive en el exterior del país.
Las 4 fotos de arriba tomadas luego del accidente muestran un grupo de investigación/rescate, lo que se evidencia por el hecho de que no tienen ropa de vuelo. Su tarea habría sido tomar solo lo esencial para sacarlo de allí cuesta abajo, cosas tales como la ametralladora de calibre .30 del avión, las cargas de profundidad (2×250 libras), quizás la radio, algunos instrumentos, cartas de vuelo y documentos, y cualquier otra cosa pequeña importante. Si hay o no cualquier otra cosa después del rescate, depende más de lo que sucedió después.
El 2 de Noviembre de 1943, se celebró en Curazao el primer aniversario del Escuadrón de Reconocimiento 44, por lo cual se celebró una fiesta con programas impresos, una torta, cerveza y béisbol. En la parte posterior del programa, la Orden del Día especificaba varios reportes por parte de algunos miembros del escuadrón, incluyendo como punto ‘B.‘ el tema “Aterrizando en los costados de las montañas” por parte del Teniente Morse. En la parte interna del programa, una reseña histórica del escuadrón destaca el accidente del 3 de Mayo de 1943 como un “crash” (pareciera que el segundo para la fecha) con la descripción “Alférez Morse y Kent aterrizan en las montañas de Venezuela“.
Fue casi nada adicional lo que encontré del Alférez Lloyd C Morse en la red, solo un programa de graduación de la Universidad de Guerra Naval de Junio de 1956 que incluye su nombre, con el grado de Comandante. Nada conseguí sobre el radio operador Wayne E. Kent.
Sobre J.M. Stubblebine hay algo muy interesante, pues me identifico con su decisión: Aunque muy orgulloso de su servicio naval, sus experiencias de combate fueron en gran parte lo que influyó en su decisión de convertirse en un sanador y promotor de la paz, lo cual hizo durante 50 años, mientras que aprovechaba para volar por sí mismo cada vez que pudiese.
El Vought-Sikorsky OS2U-3/OS2N-1
El Vought-Sikorsky OS2U Kingfisher (Chance-Vought antes de 1939 y después de Enero de 1943) fue un avión de observación y rescate con flotadores estadounidense lanzado con catapulta. Era un monoplano compacto de ala media, con un gran flotador central y flotadores de estabilización pequeños. Su performance era modesto, debido a su ligero motor. El OS2U podía operar también sobre un tren de aterrizaje fijo convencional (patín de cola). Fue diseñado por el ingeniero Rex B. Beisel, quien también diseñó el F4U Corsario, quien incluyó en el diseño dispositivos de alta sustentación para mantener al avión controlable a baja velocidad.
El OS2U fue la principal aeronave de observación embarcada en buque usada por la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial. Se construyeron 1.519 unidades. Sirvió principalmente en buques de combate y cruceros de la US Navy, con la Guardia Costera de los Estados Unidos, la Armada Real y con la Armada Soviética, entre otros. La Real Fuerza Aérea Australiana también operó unos pocos Kingfisher desde bases terrestres en la costa. Fueron usados en observación, ametrallamiento, bombardeo, patrullaje anti-submarino, búsqueda y rescate, entrenamiento, remolque de blancos de tiro.
Fue la primera aeronave en usar soldadura por puntos (spot welding) en su estructura primaria. Fue también el primero en usar una estructura de fuselaje sin-pandeo (non-buckling). Fue un Kingfisher el que rescató al as de la Primera Guerra Mundial capitán Eddie Rickenbacker y a su tripulación de una balsa en el pacífico durante la SGM. También sirvió como entrenador tanto en sus configuraciones de avión marino como terrestre a lo largo de la guerra.
La variante OS2U-3 estaba basada en la OS2U-2 con tanques de combustible auto-sellantes, protección de armadura, dos ametralladoras M1919 Browning calibre .30 (7,62 mm) (una dorsal y una montada en la nariz), era capaz de cargar 325 libras (147 kg) de bombas de profundidad o 100 lb (45 kg) de bombas, era propulsado por un motor radial de 450 hp (336 kw) Pratt & Whitney R-985-AN2. Se construyeron 1006 unidades.
La designación OS2N fue la designación dada a los OS2U-3 construidos por la Naval Aircraft Factory en Filadelfia, Pensilvania. El OS2U voló por primera vez el 1ero de Marzo de 1938. El primer OS2U-3 designado OS2N-1 fue aceptado por la Marina el 9 de Marzo de 1942.
Su designación significa OS Observation Scout (Explorador de Observación); 2 el segundo modelo adquirido a la compañía correspondiente; U por Chance-Vought; N por Naval Aircraft Factory; siendo –3 y –1 el número de variante del modelo. Más en la Marina, en mofa, OS y U significaba “Old Slow & Ugly” (Viejo Lento y Feo).
Datos de la variante OS2N-1
Modelo: OS2N-1
Tripulación: Un piloto y un observador
Envergadura: 11 m
Longitud: 9 m (con flotador)
Altura: 4 m (con flotador)
Motor: Pratt & Whitney “Wasp Junior” R-985-AN-2/8
Potencia Max: 450 hp
Peso bruto: 4.560 lb
Velocidad Máxima: 183 mph
Rango: 400 millas
Techo de Servicio: 20.100 pies
BuNos: 01216 – 01515
Cantidad producida: 300 un
Observaciones: Igual al OS2U-3 pero construidos por la Naval Aircraft Factory
Pinturas y marcas de los Kingfisher de la VS-44 estacionados en Curazao (Cortesía de David Stubblebine, World War II Database ww2db.com”)
Según informa D. Stubblebine, los aviones de las VS-44 estaban totalmente pintados de color blanco “Non-Specular Insignia White”, pero el color gris arriba y el banco abajo son también una posibilidad menor en este modelo de 1943. Las marcas “44-S-9” se refieren en lo siguiente: 44 es el número del escuadrón, S es el tipo de escuadrón (Scouting), y 9 es el número lateral. Los números laterales eran usados para distinguir un avión de otro dentro del escuadrón. Eran asignados dentro del mismo escuadrón y podían estar basados en cualquier cosa. El que el número lateral de esta aeronave en particular fuese el 9 y que su número BuNo fuese el 01459 sería una simple coincidencia.
Para los aficionados a los simuladores de vuelo, pueden descargar versiones del OS2U-1 (versión terrestre) y del OS2U-3 (versión marina) para FS2004 y FSX, elaboradas por el diseñador de aviones para FS Tim “Piglet” Conrad, siguiendo los siguientes enlaces:
Para los aficionados al aeromodelismo radio-controlado, pueden descargar planos para la construcción de un modelo OS2U-1, siguiendo el siguiente enlace:
Para los aficionados al aeromodelismo estático, existen diversos kits del modelo OS2U-2, destacando el modelo escala 1/32 de la firma KittyHawk:
Para conocer en detalle la historia del Vought OS2U Kingfisher, y otros aspectos técnicos del mismo, puede consultar la siguiente bibliografía:
Dedicado muy especialmente a mis amigos y coterráneos Oscar García Guadarrama y Humberto Arias.
Alejandro Irausquín
Ing. Aeronáutico, IUPFAN 1991
Miembro de LAAHS
Co-administrador del grupo Aviación Venezolana en Retrospectiva
Co-administrador del grupo Raravia – Aviones raros e historia aeronáutica
Co-administrador del grupo Aerocronika
Fundador del grupo YV-X Aviación Experimental Venezuela
www.facebook.com/alejandro.irausquin
alejandro.irausquin@gmail.com
www.twitter.com/airausquin
Mi mayor agradecimiento a todas las siguientes personas, por su inmensa asistencia al facilitar y suministrar todo el material histórico y ser partícipe delas discusiones que dieron lugar a la elaboración de este artículo:
– Sr. Darío Silva
– Sr. Carmelo Rodríguez Kolster
– Sr. Fabián Capecchi
– Sr. Ramón Alberto Rivero Blanco
– Sr. Oscar García Guadarrama
– Sr. Humberto Arias
– Last, but no least, Mr. David Stubblebine, World War II Database (ww2db.com). Thanks for your incredible help.
Enlaces:
https://web.archive.org/web/20090831051348/http://www.war2hobby.cl/reportajes.php/id/96
http://www.geocities.ws/dc-tachira/1943-1945.html Accidentes Aereos en Venezuela 1943-1945 Registro #2
http://servicio.bc.uc.edu.ve/postgrado/manongo41/art11.pdf Operación Neuland, Los Ataques De Submarinos Alemanes En Aguas Venezolanas Durante La Segunda Guerra Mundial, Luis Farage Dangel
http://servicio.bc.uc.edu.ve/postgrado/manongo35/art08.pdf La Segunda Guerra Mundial En Venezuela Y El Apoyo Militar De Los Estados Unidos De América A Las Fuerzas Armadas Nacionales, 1942 – 1945, Germán Guía Caripe
https://venezuelaoctavaisla.wordpress.com/tag/segunda-guerra-mundial/
http://ww2db.com/battle_spec.php?battle_id=276 Caribbean Sea and Gulf of Mexico Campaigns
http://www.aviationarchaeology.com/
http://www.serviceclub.org/air_space_catapult_crews_layout-fm05.pdf Old, Slow & Ugly
https://en.wikipedia.org/wiki/Vought_OS2U_Kingfisher
Fuentes:
– Libro ‘OS2U Kingfisher in action’, Aircraft Number 119, squadron/signal publications, 1991
– Libro ‘El Avión Vought Sikorsky OS2U Kingfisher’, Mario Magliocchetti Oleaga, Dirección General de Aeronáutica Civil / Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio, Monografía de Aeronaves Colección MNAE Nº6, Agosto de 2012.
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Rafael Lunar-Leandro
9 de junio de 2016 at 12:27 pm
Excelente trabajo, producto de una pesquisa basada en un significativo rigor científico. Felicitaciones. agradecido por su aporte a los conocimientos de la historia aeronáutica y en especial al devenir aeroáutico en el espacio venezolano.
Alejandro Irausquin
10 de junio de 2016 at 10:59 am
Muchísimas gracias por sus palabras Rafael Antonio; como bien sabe es el producto de un trabajo en equipo, donde la curiosidad de todos permite llegar a conclusiones certeras.
Fabio Remiddi González
14 de junio de 2016 at 12:01 pm
Que detallado e interesante artículo!!!! Muchas felicitaciones al equipo de trabajo, que de ardua manera lograron traer de vuelta,una parte de la historia de nuestra aviación, la cual muchos ignoran. Por favor Alejandro, si es posible, me apunto para la expedición en el cerro Santa Ana.Fuerte abrazo.
Alejandro Irausquin
25 de junio de 2016 at 2:16 am
Saludos Fabio! Que bueno que haya sido de tu agrado. Estaré pendiente de avisarte cuando se den los planes de la expedición!
Rober Smith
24 de junio de 2016 at 10:17 pm
Saludos amigos , soy de la balla poblacion de santa ana de paraguana y vivo al pie de este hermoso cerro santa ana. Estoy a la orden para colaborar sobre el tema ya que me parecio muy interesante y voy a investigar sobre dicho caso. Saludos estamos a la orden 04124271018 02699886341