Accidentes Aéreos
40 años de la tragedia del Orfeón y de la FAV en Las Azores: Un accidente aéreo en retrospectiva
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Hace 8 añoson
Tengo un recuerdo muy vivo de mi infancia, sobre el día que estando con mi familia de visita en la represa El Isiro, al sur de la ciudad de Coro, en mi estado Falcón, me hablaba mi papá sobre el accidente de una avión de la Fuerza Aérea Venezolana, en tierras distantes, donde habían muerto una cantidad importante de jóvenes y profesionales venezolanos. El tema surgía pues en ese mismo sitio, el Isiro, se había estrellado en el agua del embalse un avión de entrenamiento de la FAV, con dos tripulantes, falleciendo ahogado uno de ellos, y siendo rescatado el otro por un transeúnte como nosotros. Por años tuve memorias confusas y mezcladas de ambos accidentes.
Recuerdo también alguna vez, haber visto a la cantante María Teresa Chacín acompañada principalmente por los hermanos Delgado Estévez, entre otros músicos. Reconocer con el tiempo que, uno de ellos, Raúl, era un sobreviviente involuntario de aquella tragedia y luego uno de los artífices tras tanto dolor del renacimiento del Orfeón, me hizo tener hacia esa persona un respeto y aprecio muy particular.
Ante la inminente conmemoración, este pasado sábado 3 de Septiembre, del 40 aniversario de aquella tragedia del Orfeón Universitario de la UCV (52 víctimas) y de la Fuerza Aérea Venezolana (16 víctimas, entre tripulantes y familiares que les acompañaban) un artículo de prensa aparecido en el Diario El Nacional el domingo 28 de Agosto de 2016, titulado “40 años después el Orfeón de la UCV conmemora y espera respuestas”, me hizo reflexionar sobre lo poco que se conoce sobre la cadena de eventos que dieron lugar a dicho accidente.
Desde el mismo día que se supo la terrible noticia, se señaló como la causa del accidente el mal tiempo provocado por el huracán “Emmy”, el huracán de mayor duración de la temporada de huracanes del Atlántico de 1976. Pero ¿Qué llevó a una tripulación profesional y a su preciosa carga al vórtice de un huracán? En los accidentes de aviación, son siempre diversas las causas que confluyen para dar lugar a las tragedias. Al manifestar mi inquietud en mi perfil personal de una red social, recibí en mi correo copia de un mensaje de una persona involucrada en la planificación del vuelo y en la investigación misma del accidente, que buscaba, antes de su propia desaparición física, dar luces sobre algunos de los factores que dieron lugar al accidente.
La invitación y los obstáculos hacia la misma
El motivo del viaje del Orfeón Universitario, era dirigirse a Barcelona, España, al Festival Internacional del Canto Coral, a iniciarse el día 4 de Septiembre de 1976, invitación recibida dos años antes. La partida para cultura de la Universidad Central de Venezuela representaba solo el 0,25% de su presupuesto total, y el costo total del pasaje con la aerolínea bandera VIASA ascendía a la astronómica suma de 300 mil bolívares. El número total de miembros del Orfeón era de unas 62 personas, lo que resultaba en un costo por pasaje de entre Bs 4.850 y Bs 5.000. Como referencia, tengo también clara memoria que para esa época el salario mensual de mi padre en la industria petrolera era de Bs 3.000, y que nuestra casa recién comprada en la Urb. Zarabón de la Comunidad Cardón había costado Bs 33 mil, y que el automóvil Ford Fairline 500 año ’75 de la familia había costado Bs 30 mil.
Ante la imposibilidad de costear el viaje, los orfeonistas, con el visto bueno de su director Vinicio Adames, se organizaron en una comisión, y a través del representante de la Federación de Centros Universitarios, en reunión con el Presidente de la República Carlos Andrés Pérez, solicitaron el apoyo de la Fuerza Aérea Venezolana, quien ofreció un avión de la FAV, un transporte Lockheed C-130H Hercules, para volar hasta Europa. No era la primera vez que la FAV apoyaba al Orfeón Universitario en una gira, cosa que ya había sucedió en 1959. Es también de hacer notar que este no era un vuelo inusual ni para estos aviones ni para sus tripulaciones, experimentados ya en esta ruta habitual de vuelo a Europa, específicamente a Francia e Inglaterra, para llevar a mantenimiento o traer a su retorno, piezas, partes y/o repuestos de los sistemas de armas Mirage y Canberra, respectivamente.
El Plan de Vuelo
La orden para la programación de un vuelo a Europa en el cual irían como pasajeros los integrantes del Orfeón Universitario fue recibida en el Grupo Aéreo de Transporte Nro. 6 a finales de Agosto de 1976. Al solicitar el pronóstico meteorológico para el viaje, se topan con el inconveniente de que en la escala obligatoria del vuelo, en la Base Aérea de Lajes de la Isla Terceira, una de las 9 islas que forman el Archipiélago de las Azores, en el Océano Atlántico, se encontraba estacionada una tormenta tropical, y el aeropuerto, administrado por la USAF y la Fuerza Aérea Portuguesa, estaba cerrado.
Esto obligó a suspender el vuelo para la fecha solicitada, suspensión que se repitió por varios días consecutivos ante el desespero de los pasajeros. Frente a la posibilidad de no arribar a tiempo al festival, los orfeonistas recurrieron a su director, Vinicio Adames, quien a su vez hizo presión sobre el Rector de la UCV, este al Presidente de la República, este al Comandante General de la Aviación, G/D Fernando Paredes Bello, y finalmente de este hacia el Grupo 6.
Buscando una solución a la situación, en lugar de trazar como era habitual una ruta directa a Las Azores, a una distancia de 2.760 millas náuticas desde Palo Negro, se decidió hacer una escala en la Base Aérea Naval norteamericana Bermuda, hoy Aeropuerto Internacional L.F. Wade, en la isla Saint David, de Las Bermudas, hecho que rara vez se menciona, lo cual ofrecía dos ventajas: Primero, aliviaría la presión sobre el Grupo 6, y segundo, se podría obtener en dicha instalación un mejor informe meteorológico, bajo la suposición de que se contaba en esa base con equipos meteorológicos más precisos que con los que se contaban en el país, de modo de decidir desde allí si se proseguía o no hacia Las Azores, a 1.866 millas náuticas de distancia. Desde Las Azores irían hasta Barcelona, a 1.347 millas náuticas. Desde allí el C-130H de la FAV proseguiría su vuelo a Francia y a Inglaterra, en donde dejarían a otros de sus pasajeros, el Coronel Alfredo Ramírez G., agregado aeronáutico en Londres, junto con su esposa e hijo. El vuelo sería realizado por 2 tripulaciones completas, de 5 miembros cada una.
El aeropuerto alterno sería el Aeropuerto de Lisboa, situado a 841 millas náuticas de Lajes, para un total de 2.707 millas náuticas desde Las Bermudas. El alcance del C-130H con carga máxima (16.300 kilogramos) es de 2.049 millas náuticas, con 11.250 kilogramos es de 2.174 millas náuticas, y vacío es de 4.522 millas náuticas. Interpolando el peso de las 68 personas, más equipaje y alguna otra posible carga que llevase el avión a Francia e Inglaterra, el alcance del C-130H Hercules queda apenas justo por encima de la distancia entre Las Bermudas y Lisboa. Eso sin tomar en cuenta algún desvío o corrección en la ruta para sortear cualquier mal tiempo.
El Vuelo
Ese viernes 3 de Septiembre de 1976, el avión C-130 Hercules FAV 7772, modelo 382C-20D, c/n 4408, colores plateado y blanco, el cual llevaba la inscripción “24 de Julio” en ambos costados de su morro, y el cual tenía ya 5 años en el país, recogió en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía su preciada carga coral, incluyendo entre ellos a una dama embarazada y a su esposo. El avión desde Maiquetía voló a la Base Libertador, en Palo Negro, Edo. Aragua, para un toque técnico, y desde allí prosiguió tal como había sido planificado a Las Bermudas. Al arribar a Las Bermudas, se procedió al abastecimiento de combustible, al registro del plan de vuelo y a la solicitud del pronóstico meteorológico, el cual, como se temía, informaba que la tormenta continuaba y que a la hora de llegada a Lajes el aeropuerto estaría bajo mínimos. Esto llevó a la decisión de comenzar a distribuir al personal de tripulantes y pasajeros en los alojamientos disponibles en la base y en las residencias ubicadas en los alrededores de la misma.
Antes de que se culminara la distribución del personal, el sub-oficial de guardia de la base se comunica con el oficial de la FAV Tcnel. Antonio Miguel López Boyer, Oficial de Operaciones del GAT Nro. 6 y uno de los pilotos del FAV 7772, y le informa se acababa de recibir un nuevo informe, según el cual a la hora de llegada del vuelo a Las Azores la pista iba a estar despejada. Con esta nueva información se procede a recoger al personal, despegando desde la Base Aérea Naval Bermuda a su trágico vuelo final.
Cerca de 9 horas de vuelo después habrían arribado a Lajes, Isla Terceira, a 16 kilómetros al noreste de la población más importante, Angra Do Heroismo, la aeronave en manos del Teniente Coronel Manuel Aureliano Vázquez Ocanto, Comandante del GAT Nro. 6, encontrándose con que la zona está bajo mínimos, con cero visibilidad. El piloto Vázquez Ocanto, con toda certeza consciente de sus limitaciones de combustible, intenta la aproximación en dos oportunidades, abortando el aterrizaje, y yendo por un tercer intento, estrellándose finalmente contra un promontorio “frente a la torre control”. De esas tres oportunidades, el operador de la torre relató que solo vio pasar una luz en una de ellas. El avión se desintegró por completo, quedando solo completa la cola de la aeronave, falleciendo todos a bordo.
El accidente cobró la vida de 68 personas. Ese día resultaría inolvidable para la población del archipiélago, pues justo ese día se celebraba su declaración como región políticamente autónoma.
Emmy, el huracán de mayor duración de la temporada de huracanes del Atlántico de 1976, formado el 20 de Agosto de 1976, se disiparía apenas un día después del accidente, el sabado 4 de septiembre de 1976, el día de la apertura del Festival.
Elementos derivados de la investigación
Como parte de la investigación, el personal de la Fuerza Aérea Venezolana logró obtener copia de la grabación en la torre de control, de la cual se derivaron las siguientes observaciones:
- El supervisor de la torre de control no se encontraba en la misma en ese momento. En una llamada al mismo, se escucha el ruido de pines cayendo, lo que da la idea de que se encontraba jugando bowling [otras fuentes citan en cambio un juego de Pool].
- El operario de la torre para el momento era un soldado portugués que no dominaba el idioma inglés, esencial en las comunicaciones.
- Las voces de los operadores de radar dan atender que estaban tratando de ajustar la señal de radar.
- Una voz menciona que no se disponía de las luces estroboscópicas, que pudieron haberles guiado hasta cabecera de pista.
No se ubican elementos que permitan conocer si se disponía o no de algún sistema de aterrizaje por instrumentos. Tampoco se menciona en el correo recibido si el avión en sí disponía de grabadora de voces de cabina (CVR), una de las dos llamadas “Cajas Negras”. La otra caja, la de datos de vuelo, es poco lo que podría aportar en este caso, al no tratarse de una falla mecánica.
Adicionalmente a los factores contribuyentes anteriores, el informe meteorológico que dio lugar a la decisión de proseguir el vuelo desde Las Bermudas a Las Azores, estaba plagado de errores. Este elemento en particular, es una causa determinante. De no haberse recibido dicho informe, no se hubiese continuado ese día el vuelo.
Finalmente tengo que agregar, que dado que la autonomía de la aeronave era apenas superior a lo requerido para llegar al alterno supuesto, la presencia de la tormenta hacía casi imposible arribar al mismo, por la tormenta en sí, y por la distancia extra requerida para sortear la tormenta.
El Silencio
La decisión hasta ahora de mantener la mayor parte de estos factores en silencio obedeció a la situación política del momento, por lo que entre el Gobierno Nacional y la Comandancia General de la Aviación se decidió mantener en secreto la investigación pues “focos comunistas … podían tomar esto como bandera para fustigar a los EE.UU. y la democracia”. En una irónica coincidencia, el primer punto la agenda de aquella reunión de la Federación de Centros Universitarios con el Presidente de la República, que permitió la realización de este viaje, fue el tema de la muerte del dirigente de la Liga Socialista, Jorge Rodríguez. El último punto era el viaje del Orfeón Universitario.
In Memorian
Como recuerdo de las víctimas de la tragedia, En la población de Lajes se efectuó una misa en memoria de los fallecidos. En la zona de la caída del avión a los 6 meses del accidente se erigió un pequeño monumento, el cual está hoy día acompañado de placas con los nombres de los pasajeros y tripulantes del fatídico vuelo, además de una hélice metálica de avión pintada con la bandera de Venezuela, y una placa en conmemoración del 25 aniversario de la tragedia, por parte del pueblo de Lajes.
Sirva este como mi homenaje a nuestros compatriotas orfeonistas y personal militar, desaparecidos ese trágico día, así como a sus familiares y amigos. Y también a quién, no deseando llevarse consigo mismo lo que conocía a su propia tumba, lo puso a disposición para conocimiento de todos.
Alejandro Irausquín
Ing. Aeronáutico, IUPFAN 1991
Miembro de LAAHS
Co-administrador del grupo Aviación Venezolana en Retrospectiva
Co-administrador del grupo Aerocronika
www.facebook.com/alejandro.irausquin
alejandro.irausquin@gmail.com
www.twitter.com/airausquin
Mi agradecimiento a los señores Alfredo Schael, Robert Contreras, Richard Tovar, Freddy Pedrique y Humberto Arias por su colaboración en la elaboración de este artículo.
Enlaces sugeridos:
http://www.el-nacional.com/escenas/despues-Orfeon-UCV-conmemora-respuestas_0_910708965.html
http://www.elmundo.com.ve/noticias/estilo-de-vida/musica/especial—40-anos-de-la-tragedia-en-las-azores.aspx
http://www.analitica.com/entretenimiento/a-40-anos-de-la-tragedia-del-orfeon-universitario-y-vinicio-adames/
http://www.fav-club.com/2014/01/31/la-tragedia-del-orfeon-universitario/
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=135061110172954&set=a.132084260470639.1073741828.100010071971769&type=3
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Antonio López
10 de septiembre de 2016 at 7:32 am
Gracias por tan completo y preciso reportaje. Lamentablemente, mucho se habia dicho de la actuación de la tripulación precisamente por la falta de información, información de alguna forma escondida por las razones expuestas en este reportaje. gracias por este esfuerzo!
Nestor Riveros
13 de septiembre de 2016 at 9:55 pm
Gracias excelente reportaje… conocer de nuestra historia cuando aun no había nacido y orgulloso de haber formado parte del Grupo Aéreo de Transporte Nro. 6… Triste recordar los hechos, pero importante no olvidar para no repetirlo en el futuro… Saludo a las familias de los seres que volaron a la eternidad… Buen Vuelo…
franklin ramirez
15 de septiembre de 2016 at 3:26 pm
buen reportaje muy completo , me trae recuerdos muy tristes que vivieron todos los afectados en ese accidente, en especial a la familia criollo gonzalez ya que eramos vecinos y personalmente conocí a el capitan jose luis criollo gonzalez hermano de mi gran amigo jesus criollo….paz a sus restos y vivirán siempre en nuestros recuerdos.
Ivan Luciani
18 de septiembre de 2016 at 3:51 am
Excelente análisis y reportaje. Recuerdo haber escuchado de éste accidente cuando apenas contaba con 15 años de edad. Siempre sentí mucha curiosidad de saber que había pasado. Muy trágico y lamentable accidente el cual no debió haber sucedido. Gracias, Alejandro.
Benedetto
3 de octubre de 2016 at 12:55 am
Buenas noches, escribo por esta via para ver por donde podria encontrar informacion relacionada al accidente en el embalse de coro, en este periodo de sequia, un grupo de amigos tenemos indicios de donde se encuentra dicha nave, sin embargo queremos tener mayor informacion agradesco cualquier ayuda, gracias!
Alejandro Irausquin
3 de octubre de 2016 at 2:29 pm
Saludos desde Carabobo. Es poco la información que se puede aportar, aparte del modelo de avión y el nombre de la tripulación. Buscar ese avión es una tarea que nos habiamos trazado como parte de la serie de “Arqueología Aeronáutica”: https://www.aviacioncivil.com.ve/arqueologia-aeronautica-un-kingfisher-en-paraguana
Pueden ponerse en contacto conmigo al correo alejandro.irausquin@gmail.com
jelisca becerra
8 de octubre de 2016 at 4:48 am
Alguien sabe , la razon por las que las personas que no subieron al avion ese dia porque no lo hicieron y que es de la vida de ellos actualmente?
Alejandro Irausquin
9 de octubre de 2016 at 3:31 am
Hubo razones varias.
El maestro Raul Delgado Estevez había volado con anterioridad a resolver lo relativo al alojamiento.
Hubo personas que estaban de reposo médico.
Otros tenían compromisos académico, como trabajos de grado.
Algunos otros simplemente no llegaron a tiempo al aeropuerto de Maiquetía.
En lo personal, no les conozco ni se que es de su vida.