Aviación España
¿Quién tiene más culpa, Gobierno o controladores?
Publicado
Hace 14 añoson
Quien no se haya quedado tirado en algún aeropuerto durante el puente seguro que conoce a alguien que sí. Y si no, conoce a algún perjudicado del sector hostelero. En cualquiera de esos casos se habrán acordado de la familia de los controladores aéreos. Los nuevos villanos del momento. Porque aunque no se les hubiera ocurrido de primeras, los diferentes informativos han colaborado cediendo el micrófono a los cabreados viajeros. Algo de razón, o mucha, tienen para estar así. De eso no cabe ninguna duda. Porque la huelga encubierta fue salvaje. Tanto que ni fue avisada y ni siquiera hubo servicios mínimos. De ahí que el Gobierno tuviera que decretar, por primera vez en la joven democracia española, el estado de alarma.
¿Qué significa el estado de alarma?
¿Pero qué ha motivado que los controladores hayan reaccionado así? Porque, habitualmente nadie hace una huelga si no cree tener motivos para hacerlo. Y, lo que es más difícil todavía, consiguieron que todos ellos, sí todos como en Fuenteovejuna, secundaran la protesta. Algunas de esas razones las esgrime en sublog Cristina Antón, una controladora aérea.
En él, Antón primero se defiende de las críticas recibidas por algunos afectados que se quejan de que la huelga ha violado el estado derecho. Algo a lo que Antón responde que para ellos no existe tal estado ya que “el primer decreto ley que cascaron anuló su derecho a la negociación colectiva violando la Constitución”. Y eso es el principio porque Antón desglosa algunas de las injusticias que, a su juicio, ha sufrido su colectivo en los últimos tiempos. “Mis huelgas las pactan sindicatos en los que no hay ni un controlador y me nombran servicios mínimos del 120%. Si eso es tener derecho a la huelga que baje dios y lo vea”, recalca. Siempre según señala Antón, se entiende que no hay suficientes controladores aéreos de ahí que muchos tengan que hacer horas extra siendo ahí donde se dispara el sueldo. Y que si los controladores se cogen una baja están obligados a recuperar esas horas, aunque no tengan luego acceso a todos sus días libres. Eso sí, siempre con un máximo de horas extras que, curiosamente, ya superaron hace unos meses avisando de ello a la opinión pública a través de las páginas de El Mundo. ¿Entonces por qué no actuó en ese momento el Gobierno?
Hasta aquí uno puede creérselo o no. Pero sobre lo que no caben muchas dudas es acerca la desinformación existente. Valga el ejemplo de que muchas agencias de noticias reprodujeron hace unas semanas que ladirectora de navegación aseguró que los controladores pedían más dinero para zanjar el tema, y resulta que no fue así. Al contrario. Y la rajada le ha costado una reprimenda y la obligación judicial de retractarse. Sin embargo el daño ya está hecho.
Más allá de las razones de los controladores el problema es que antes de hacerlas entender se han pegado un tiro en el pie cabreando a medio país que, sin puente del que disfrutar, ya no se va a parar a escucharles. La sartén, por tanto, la sujeta el Gobierno por el mango. Pero algo se ha hecho mal en este asunto. Los controladores, desde luego. Porque por muchas disculpas que ahora pida el portavoz de la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA), César Cabo, deberían habérselo pensado dos veces. Y el Gobierno no sabiendo anticiparse al escenario vivido en los últimos días, eligiendo el consejo de ministros en víspera de puente para aprobar el decreto que encendió la mecha y por las supuestas formas empleadas por la Guardia Civil .
No se trata de otorgar a los controladores ningún privilegio. Aunque un trato preferencial sí que haría falta siendo como es un colectivo estratégico cuya huelga ha sido capaz de condicionar a millones de personas. Por lo menos que no se vuelva a repetir dentro de 15 días con motivo de las fiestas navideñas. Que ya hubo bastante el año pasado con el circo de Air Comet, y hace otros pocos con el de Air Madrid. De momento ya hay una nueva amaenaza de huelga.
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